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El Departamento de Justicia de los Estados Unidos acusó formalmente a un grupo de 11 oficiales de inteligencia rusos de infiltrarse, a través de diversos medios de hackeo, en las computadoras de personas e instituciones, con la finalidad interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses realizadas en 2016. La acusación revela que los espías usaron bitcoins para financiar parte de la operación.
El texto de la acusación señala que este grupo de agentes, pertenecientes a una dirección de inteligencia rusa denominada GRU por sus siglas en inglés, lograron infiltrarse mediante una operación cibernética de grandes proporciones y robar decenas de miles de documentos, provenientes de redes relacionadas con el partido demócrata, así como de cuentas de correo electrónico de personal de la campaña de Hilary Clinton.
Los conspiradores usaron criptomonedas, principalmente bitcoin (BTC) para comprar servidores, registrar dominios y realizar otros pagos relacionados con esta intrusión. En este sentido se indica que el pago por el dominio dcleaks.com, donde se publicó parte de los documentos robados, se realizó desde un monedero de criptomonedas. Asimismo, usaron estos fondos para financiar el alquiler de un servidor privado registrado con la cuenta de correo dirbinsaabol@mail.com.
Para hacerse de los BTC utilizados en los pagos, los agentes acusados utilizaron tanto la minería de bitcoins como la compra en plataformas p2p (peer-to-peer). De hecho, se reveló que los conspiradores usaron su infraestructura de hackeo para minar la reconocida criptomoneda usando el poder de procesamiento de las computadoras vulneradas. Los fondos en bitcoin también se emplearon en el financiamiento del dominio para el blog Guccifer 2.0 y en el pago de un servicio VPN (Virtual Private Network), así como un servidor en Malasia.
El departamento de justicia también acusa los agentes rusos de haber lavado dinero por un monto equivalente a 95 mil dólares, valiéndose del pseudo-anonimato ofrecido por criptomonedas, tales como bitcoin, para financiar su infraestructura de infiltración.
A pesar de que los conspiradores usaron otro tipo de monedas (como el dólar estadounidense) en esta operación, se señala que principalmente usaron bitcoin, con la finalidad de evadir las relaciones directas con las instituciones financieras tradicionales. De esta manera lograron mantener ocultas sus identidades y vínculos con Rusia y el gobierno ruso, por un tiempo.
Imagen destacada por: vchalup / stock.adobe.com