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Mark Karpelès, CEO de la casa de cambio de criptoactivos Mt. Gox, sigue generando controversia en el ecosistema. Esta vez planteó un nuevo esquema de pagos a los clientes que esperan la liquidación de sus reclamos. Esto implica la reactivación de los servicios de Mt. Gox, para lo cual es necesario recaudar 245 millones de dólares que podrían recaudarse incluso a través de una Oferta Inicial de Moneda (ICO), según explicó el ejecutivo francés.
La idea es retomar la opción planteada por Karpelès en 2014 y realizar una rehabilitación civil de la empresa según la ley japonesa, en vez de la liquidación por bancarrota por la que existen hasta 24.750 reclamaciones en yenes. Esta estrategia no contempla utilizar en el proceso ni un satoshi de los 202.000 bitcoins que reportó haber tenido la casa de cambio tras su colapso, y que están bajo la custodia de Tibanne, una empresa propiedad de Karpeles: “normalmente esto no debería ser un problema. La bancarrota paga a todos los acreedores en su totalidad, y hemos terminado”, expresó en su blog.
De acuerdo con Karpelès, los usuarios no pueden tener participación en estos bitcoins pues los reclamos realizados son estáticos y se exigieron en yenes, por lo que la rehabilitación de Mt. Gox no contempla en ningún caso que Tibanne ceda los derechos sobre estos criptoactivos
La ley de bancarrota no reconoce las ganancias de capital posteriores a la bancarrota por el quebrado como un pasivo. Los reclamos se calculan a partir de los pasivos al inicio de la quiebra y todos se convierten a JPY. A partir de ahí, las reclamaciones son estáticas para permitir que el liquidador realice una distribución, mientras que los acreedores pueden tener una imagen continua y precisa de cuánto de su reclamo puede pagarse. A partir de la última reunión de acreedores, la tasa de amortización esperada es de 2,66%.
Mark Karpelès
CEO
Entonces para la rehabilitación es necesario conseguir 245 millones de dólares, y para Karpelès hay 2 opciones además de la venta directa a quien posea el dinero y quiera hacer el negocio – pues al final de su escrito dejó su correo de contacto para quien esté interesado en la compra.
La primera es vender acciones de Mt. Gox a través de tokens GoxCoins, y la mayoría de los recursos se destinarán a la reactivación de la casa de cambio: “MtGox viene con una base de clientes preexistente y se emitirán GoxCoins que se harán intercambiables en la casa de cambio, y si tiene dudas, me complacería analizar esto más a fondo”, se lee en el texto.
La otra opción es realizar una ICO, aunque para Karpelès se trata de una vía más desafiante; no solo por el aspecto legal sino porque es posible que no se alcance la cantidad necesaria de fondos. “En caso de que no haya suficiente, podría bloquearse para ser distribuido a los acreedores, lo que sería mejor que nada”, enfatizó.
De acuerdo con la publicación de Karpelès los 245 millones de dólares se repartirían de la siguiente manera: 175 millones de dólares para dejar de lado como garantía para los acreedores que no cooperan; 20 millones de dólares en gastos operativos por un año; 10 millones de dólares para el cumplimiento en de las leyes de los EE. UU.; 1 millón para el cumplimiento de las leyes en Europa y Japón; 35 millones como flujo de efectivo para el funcionamiento de la plataforma y 4 millones para hacer una campaña frente a los acreedores para lograr todo esto, incluidos los costos legales y otros asociados.
Recordemos que la resolución de la declaración de bancarrota de Mt. Gox, significará 859.7 millones de dólares para los bolsillos de Karpelès, esto incluso tras el pago a los tenedores de bitcoins que perdieron sus criptomonedas tras el colapso de la casa de cambio.