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CubaCripto cuestiona que el portal Cubabebate reseñe a Karatbars, un empredimiento alemán.
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La empresa que funciona como multinivel ha sido calificada como un supuesto esquema ponzi.
La comunidad de entusiastas de CubaCripto considera controversial el hecho de que un portal digital oficialista cubano, como Cubadebate, reseñe el supuesto emprendimiento de Karatbars, una empresa alemana de multinivel catalogada por muchos como un esquema ponzi, que «supuestamente tiene en Cuba una gran comunidad».
Arturo Cáceres y Harold Pompa, administrador y moderador de CubaCripto, explican a CriptoNoticias que Karatbars es una compañía multinivel que vende oro. «Llegó a Cuba en el año 2015, y poco a poco fue conformando pequeñas comunidades, hasta convertirse en Karatbars Cuba, una comunidad con casi 7.000 afiliados por todo el país, según dicen sus líderes».
Comentan que en octubre de 2018, la empresa lanzó su propio token, KaratGold Coin (KBC), el cual según su CEO, Harald Seiz, está respaldado por oro físico de la más alta calidad. «Eso hizo que la empresa cambiara su rumbo y comenzara a perder credibilidad», agregó Cáceres, quien estuvo afiliado a la organización.
Sobre ello, advirtieron que, aún cuando tiene sede física con varias oficinas en distintos puntos del país, la operatividad de Karatbart en Cuba presuntamente sería turbia. «Además no tiene realmente esa cantidad de socios», expresaron. Las razones las supeditan a que los afiliados a Karatbars Cuba convencían a los clientes de invertir dinero en el token y les garantizaban un alto retorno de inversión. «Es decir, les prometían intercambiar 100 KBC por 1 gramo de oro».
En ese sentido, esta creencia se debe a una promesa que hizo en octubre del 2018 el alemán Harald Seiz, CEO de Karatbars International GmbH, quien anunció que el 4 de julio de 2019 sería el «Día de la Independencia del Oro», fecha en la que se podrían cambiar 100 KBC por 1 gramo de oro. Los inversionistas también creyeron en la promesa de que la unidad de KBC iba a valer 40 centavos de dólar y que para 2023 valdría 40 dólares».
Cáceres y Pompa relatan que «la fecha llegó y el público no pudo cambiar su KBC por el metal. De hecho, nadie vio el oro». La criptomoneda KBC pasó de valer USD 0,12 (su máximo histórico) a valer no más de 0,03 USD, provocando pérdidas considerables a aquellos que invirtieron creyendo que la moneda llegaría a USD 0,40.
«Todavía no comprendemos cómo Cubadebate, un medio de comunicación serio, le dio tanto enfoque a algo así«, opina Pompa. Añaden que en la citada fecha nadie pudo cambiar los KBC por el metal debido a una brusca caída del precio, lo que provocó una venta masiva por parte de los inversionistas. Algunos usuarios creen que los responsables de ese suceso fueron los mismos directivos de la empresa, quienes se supone que hicieron trading con el token para manipular el precio y llevarse las ganancias, según cuentan Cáceres y Pompa.
Las fuentes expresaron que, pese a que la empresa se promueve como un sistema multinivel de venta de oro, modelo que consideran «una forma efectiva y barata de vender a través del boca a boca», se refieren a Karatbars como empresa fantasma. Esto «porque ofreció un supuesto oro que hasta ahora no se ha visto. Ellos aseguran tener ese oro en una bóveda y alegan poseer contratos con minas en varias partes del mundo, pero nadie sabe nada al respecto».
No existen casas de cambio oficiales
Por otro lado, CubaCripto cuestionó el hecho de que el medio digital oficial Cubadebate también mencione, en uno de sus recientes artículos sobre criptomonedas, una casa de cambio creada por cubanos radicados en Brasil, que «vende bitcoin a precios muy altos». De hecho, objeta que dicho medio digital se enfoque más en nombrar proyectos creados por exiliados cubanos que darle cobertura a los que habitan en el país.
Por otra parte, Harold Pompa aclara que el proyecto de servicio web para comprar bitcoins desde la isla caribeña, denominado Fusyona, no fue el primero en promover las criptomonedas en Cuba. «En todo caso, la primera transacción de bitcoin la realizó Fernando Villar, un estadounidense de ascendencia cubana, que vino a Cuba en 2015 y por pura casualidad pidió le transfirieran bitcoin desde Estados Unidos para probar que funcionaba en Cuba». CubaCripto considera que esta operación no es válida, aunque admite que es el creador de bitcoincuba.org.
Además critica que Fusyona se presente como la primera casa de cambio de criptomonedas en Cuba, «porque está muy lejos de esa realidad, ya que para los cubanos más bien funciona como un sitio donde revenden bitcoin. La compra mínima es de 150 pesos cubanos convertibles a unos 150 dólares estadounidenses, lo que implica un costo muy alto para los cubanos, y debe ser de persona a persona, nada de transacciones digitales», acotan.
Aclarar el panorama
Lo cierto es que mientras el gobierno de Cuba evalúa todo lo concerniente a las criptomonedas con el fin de oxigenar la economía, para Cáceres y Pompa aún no está claro si está buscando dar luz verde para promover las casas de cambio de criptomonedas, si intenta crear su propia criptomoneda, o si están interesados en seguir usando las ya existentes, como bitcoin (BTC).
«Estamos estudiando el uso potencial de la criptomoneda (…) en nuestras transacciones comerciales nacionales e internacionales, y estamos trabajando en eso junto con los académicos», expresó a Reuters el titular del Ministerio de Economía, Alejandro Gil Fernández, en julio de este año.
Al respecto, Alex Sobrino, fundador y líder de CubaCripto, cree que «es posible que el gobierno adopte la tecnología que está detrás de las criptomonedas». Sin embargo, a la luz de las expectativas, la comunidad de usuarios consultada teme que al final el gobierno esté preparando el terreno para declarar ilegal cualquier actividad con criptomonedas. Piensan que pueden decir que «los extranjeros son los que están introduciendo las criptomonedas para corromper al país» y en consecuencia se elimine esa alternativa de inversión dentro de la isla. Amanecerá y veremos, sentenciaron.