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La Autoridad de Conductas Financieras (FCA), ente regulador del Reino Unido, declaró este 6 de abril que los productos derivados de las criptomonedas podrán ser regulados en ese país como parte del mercado de instrumentos financieros II.
Como consecuencia de esta declaratoria, las empresas que realicen actividades con tales derivados deberán regirse por las reglas del Manual de la FCA y las disposiciones regulatorias de la Unión Europea que sean aplicables a este tipo de mercado.
Explica el comunicado de la FCA, que en virtud de que una declaratoria previa determinó que las criptomonedas no están sujetas a regulación “siempre y cuando no formen parte de otros productos o servicios regulados”; sin embargo, una vez se integran a otros productos o servicios regulados, deberán regirse por las normativas vigentes para tales instrumentos.
De esta forma, dado que muchas de las actividades que se realizan con monedas digitales generan productos derivados, que luego se convierten en instrumentos financieros, estos últimos pueden incluirse bajo la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros II (MIFID II).
Entre los instrumentos financieros derivados de las criptodivisas que podrían regularse, se incluyen los contratos de futuros con criptomonedas, los contratos por diferencia (CDF) de criptomoneda y las opciones de criptomoneda.
Según el ente regulador, se hace más probable que muchas negociaciones, transacciones y actividades de asesoramiento o prestación de servicios se constituyan en actividades reguladas que requieran la autorización de la FCA, al ser derivadas de las criptomonedas o tokens emitidos a través de una Oferta Inicial de Moneda (ICO).
Se recomienda, en consecuencia, que las empresas se aseguren de contar con la autorización y el permiso pertinente para llevar a cabo alguna de estas actividades reguladas. Se advierte además que actuar sin esa autorización podría ser considerado un delito, por lo que si alguna empresa autorizada ofrece estos productos sin el permiso correspondiente estará sujeta sanciones.
Como muchos entes regulatorios de varios países, el Reino Unido analiza las normas y leyes vigentes dentro su marco legal, a fin de poder insertar dentro de ellas muchas de las negociaciones y transacciones que se hacen con criptodivisas actualmente. De hecho, autoridades en países como Estados Unidos han reconocido que las criptomonedas no representan una amenaza para su economía.