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Bitcoin tiene que competir con un número creciente de criptomonedas.
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La diversificación de esfuerzos podría estar impulsando el desarrollo de las criptomonedas.
Asumimos que el mercado de criptomonedas crece en la medida que se acelera la adopción, sustentada en el principio de que el desarrollo tecnológico debe acompañar la demanda de uso y el crecimiento de la base de usuarios.
Pero incluso aquellos que han estado al lado de esta tecnología disruptiva desde el comienzo se sorprenden con las dinámicas de los intercambios en la actualidad y la prolifereación de modelos alternativos y copias de Bitcoin. Algunos olvidan que Bitcoin fue pensada por personas que entraron al sistema financiero sin aviso, como los bárbaros de la antigüedad que invadían las ciudades.
Los bitcoiners más puritanos rechazan de antemano la diversidad en el mercado o el regreso al modelo que nos hemos propuesto dejar atrás (o al menos a un lado). Este es uno de los problemas fundamentales de la dinámica de mercado: la creciente demanda de uso está acompañada por una oferta que intenta cubrir todo aquello que Bitcoin no puede hacer.
Era previsible: tarde o temprano llegarían los otros bárbaros, se apropiarían o contaminarían la lengua o el código más antiguo.
Algunos llaman a este fenómeno fragmentación de mercado. Y puede ser comprendido como la absurda proliferación de monedas inútiles que pareciera dividir el valor que podría tener una sola criptomoneda. Imagínese si bitcoin acumulara todo el valor del conjunto de las criptomonedas disponibles en los distintos mercados de intercambio, que hasta ahora podrían sumar más de 2.200 según CoinMarketCap. Sería una empresa muy exitosa a la vista de unos; la posibilidad real de competir contra los poderes establecidos, de acuerdo con otros.
Pero un bitcoin no se cotiza en USD 20.000, tiene un precio mucho menor y todavía no estamos de acuerdo sobre cuánto puede ser su valor. Yo sospecho que ese valor depende tanto de la proliferación de criptomonedas, que casi carece de sentido que Bitcoin exista sin sus competidores, incluso los más absurdos.
Más usuarios, más bitcoins
Lo que sí parece claro para mí es que Bitcoin no hubiese llegado a este punto si no hubiese sido por los bárbaros que copiaron la idea, los bárbaros que quisieron robarse la idea y los que en medio de la locura creyeron que podían competir con el protocolo original para reclamar su lugar en el mundo. Fue suficiente el simple hecho de que hubiese un negocio allí, expectativas que llenar y la posibilidad de darle una forma a la necesidad de los comerciantes y de los inversionistas.
Por supuesto, todavía resulta necesario comprender cuáles beneficios son reales para los usuarios y para los mineros si en el futuro Bitcoin incrementa su tasa de adopción.
Una respuesta podría ser que los potenciales compradores seguirán interesados porque los precios permanecen en una dinámica de especulación.
Por ejemplo, gana terreno el hecho de que algunas criptomonedas ofrezcan la posibilidad de aportar valor para negociar derivados financieros de criptomonedas en plataformas tradicionales como Cboe, CME o la Bolsa de Nueva York. La posibilidad de que los inversionistas de las bolsas de valores tradicionales comiencen a realizar intercambios directos con criptomonedas, si se aprueba la plataforma de Bakkt, ha mantenido en expectativa a la mayoría de los traders.
El futuro de la adopción podría estar en ese potencial que inyectaría un flujo de dinero al mercado que todavía no es posible predecir. Si fuese equivalente a solo al 1 % del mercado global de capitales, que vale 69 billones de dólares, hablaríamos de una suma que es tres veces la capitalización de mercado de todas las criptomonedas reunidas y seis veces la capitalización de mercado de bitcoin.
¿Cuántas transacciones podría soportar una sola red como la de Bitcoin con un flujo mucho mayor de demanda? No lo sé. Quizá la respuesta está en la diversificación del mercado de criptomonedas y la construcción de plataformas alternativas, como las cadenas laterales, que aportarían cualidades distintas a las que posee Bitcoin en la actualidad, sin dejar de usar el valor de esta criptomoneda como base para los intercambios y las negociaciones.
También se pueden obtener recompensas por desarrollar o minar criptomonedas. Este es un factor muy importante para muchas personas que adoptaron el uso de Bitcoin en el pasado, porque parece cumplir la premisa de que es posible crear dinero de la nada, con solo prender una computadora. Aunque todos invariablemente descubran con el tiempo que la minería cumple funciones muy específicas para la seguridad de una blockchain.
En mundos virtuales algunos pagos con criptomonedas parecen estar ganando popularidad. Y se pueden realizar transacciones con niveles de privacidad bastante altos con algunas criptomonedas. En realidad hay tantos factores que contribuyen a la adopción que es difícil enumerarlos todos.
Bitcoin resiste, incluso si desaparece
Ahora bien, parece razonable pensar que el incremento de la adopción de Bitcoin, durante los últimos tres años, ha creado las condiciones para que la capacidad de procesamiento de la red se vuelva insuficiente. Los tiempos de espera por transacción en ocasiones pueden demorar tanto que parece difícil pensar que Bitcoin puede ser utilizado para vender o comprar productos en la tienda de la esquina. Posiblemente los pagos con tarjetas de créditos tarden mucho más en ser acreditados al vendedor que las acepta. Estos argumento han contribuido a que más criptomonedas que ofrecen confirmaciones rápidas aparezcan en escena, aunque sacrifiquen seguridad por velocidad.
Un mercado en crecimiento debería proporcionar un entorno donde nadie deba esperar o pagar más por realizar operaciones en la red. Parece absurdo creer que se puede evadir la pregunta sobre qué hace escalable una red de pagos como Bitcoin y, al mismo tiempo, resolver el problema de cómo debe funcionar el protocolo. Porque nos habían dicho que Bitcoin era un sistema de pago; pero algunos ven que se parece más a un sistema de liquidación, como ocurre con los activos tradicionales, las acciones de valores, precisamente por la especulación de los precios.
Si una decisión sobre cómo debe funcionar Bitcoin fuese tomada sin una larga reflexión, por ejemplo, únicamente con base en la proporción de los precios, es probable que algunos dentro de la comunidad se verían forzados a utilizar la red de una manera que no habían previsto. Pero, en este sentido, hay que aceptar que Bitcoin es más que un sistema de pago a estas alturas.
Los sistemas de pago tradicionales como Visa, Mastercard, las redes transaccionales de los bancos y las instituciones financieras han impuesto las condiciones para que las personas busquen soluciones que eviten la disparidad en el juego económico. Quizá ese mismo impulso obligue a muchas personas a crear un sistema alternativo a Bitcoin en un futuro que no puedo prever.
Lo más probable es que la abundancia de criptomonedas diversifique todavía más el desarrollo, pero quizá no exista un lado negativo, sobre todo si un amplio espectro de posibilidades invita a más personas a participar. Incluso en esas condiciones, comerciantes independientes seguirán aceptando bitcoins porque, aunque no reciban por ahora muchos pagos, tampoco representa un gasto mantener un monedero.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.