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Representantes de varios bancos centrales discutieron sobre sus proyectos en Kiev, Ucrania.
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El proyecto Libra, de Facebook, movió el interés de los bancos centrales por las criptomonedas.
Recientemente en los círculos de conversación sobre blockchain, las monedas digitales de bancos centrales (CDBC, por sus siglas en inglés) han sido un tema candente. Sin embargo los bancos centrales son poco entusiastas respecto al uso de blockchain para emitir este tipo de monedas.
Representantes de varios bancos centrales a nivel mundial discutieron la semana pasada sobre sus proyectos de CBDC en Kiev, Ucrania. La conferencia de un día fue organizada por el Banco Nacional de Ucrania (BNU), pionero en este tipo de monedas digitales al haber corrido su propio piloto en 2018.
El banco quería debatir sus ideas y conclusiones con la comunidad bancaria, según dijo el director del Departamento de Desarrollo e Innovación del BNU, Roman Hartinger, a un medio. Entre los oradores del evento se hallaban representantes homólogos de bancos centrales de Canadá, Japón, Lituania, Finlandia, Países Bajos, Bielorrusia, Uruguay y Sudáfrica.
La discusión tiene lugar cuando dos de las mayores economías mundiales están explorando seriamente la posibilidad de emitir una CBDC. Aunque pareciera que China está mucho más adelantada en el tema que los Estados Unidos.
De acuerdo con un reporte emitido en septiembre, el BNU comenzó a explorar la idea de una moneda digital llamada e-hryvnia, en 2016. En 2018 el banco puso a prueba un token digital que corría en una bifurcación, o una copia modificada de la blockchain de Stellar.
Según el reporte, el proyecto piloto se llevó a cabo en conjunto con la iniciativa de tecnología AtticLab, las compañías de FinTech Uapay y OMP 2013, y con la auditoría de la compañía de servicios profesionales Deloitte, que forma parte de las «Cuatro Grandes» (Big Four). Desde septiembre hasta diciembre del 2018 el BNU probó el software con un conjunto limitado de participantes.
Las pruebas demostraron que «no hay ventajas fundamentales en utilizar específicamente la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) para construir un sistema para la emisión centralizada de la e-hryvnia», dice el reporte. Sin embargo, el banco central no descarta un modelo alternativo «descentralizado», en el cual múltiples procesadores de pagos confiables emitan la moneda digital.
El experimento está en pausa, en espera de más aportes de la comunidad bancaria y de legislaciones que regulen los activos digitales en Ucrania, ya que a pesar de que existen algunos borradores y conceptos que las autoridades del país han hecho circular en torno a las criptomonedas, aún no se han establecido leyes formales.
Percepción de los bancos centrales
En la conferencia de Kiev, el escepticismo sobre la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) fue un sentimiento compartido por los homólogos de Hartinger, de Países Bajos y Canadá.
«La esencia de la infraestructura de DLT es que no existe ninguna parte que pueda ser lo suficientemente confiable, pero ¿nosotros no confiamos simplemente en los bancos centrales para mantener la integridad de los libros contables globales?», dijo Harro Boven, asesor legal en el Departamento de Políticas de Pagos del Banco Central de Alemania.
Scott Hendry, director superior de FinTech en el Banco de Canadá, quien llevó a cabo el año pasado el piloto del proyecto Jasper construido en la plataforma Corda de R3, estuvo de acuerdo con que «no necesitas DLT para hacer una moneda digital de banco central».
«No parecieran existir muchos beneficios si miras el sistema DLT y la eficiencia actual del sistema centralizado para el único propósito de pagos interbancarios», opinó Hendry, añadiendo que en la oficina que dirige «no cambiarían nada» de la pila de tecnología que actualmente está en uso. Ningún representante descartó en un principio usar la tecnología DLT para las CBDC, pero ninguno mostró tampoco gran entusiasmo sobre la tecnología.
Un llamado de atención
Entonces, ¿por qué molestarse en crear las monedas digitales de bancos centrales?, un concepto que inicialmente fue lanzado como un tipo de criptomoneda confiable y bendecida por los gobiernos. De acuerdo con Jamiel Sheikh, CEO de la compañía consultora Chainhous, la razón detrás de esto es Libra, de Facebook.
A pesar de que el proyecto de Facebook encontró una gran resistencia entre los gobiernos alrededor del mundo, la idea de ver a una gran compañía privada emitiendo su propia moneda digital tuvo gran impacto en todos los círculos financieros.
«La era del dinero privado está aquí, y es algo a lo que se debe prestar atención. Es una respuesta a una amenaza que puede estimular la innovación», declaró Sheikh a un medio. Hartinger también citó la atípica situación competitiva en la que se encuentran los bancos centrales respecto a las CBDC:
Los bancos centrales ven a grandes empresas de tecnología emitiendo criptomonedas ancladas o stablecoins, como Libra. Ven el nicho del dinero digital y ahora el tema es sobre ¿quién tendrá la prerrogativa de emisión de este tipo de dinero, el gobierno o las compañías privadas de tecnología?
«Libra fue un llamado de atención para nosotros. Los bancos centrales han sido retados a innovar», indicó Harro Boven, haciendo eco de los comentarios de nada más y nada menos que el director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell.
Un representante de uno de los bancos centrales que estuvo en la conferencia, quien compartió sus pensamientos sobre las CBDC fuera del escenario y solicitó mantenerse en anonimato, expresó que Libra fue el catalizador de un proceso de exploración que se había retrasado mucho. Sin embargo, añadió que no está preocupado por la competencia que representa Facebook. «Las personas querrán utilizar Libra si nuestro sistema monetario se echa a perder. Nuestra mejor defensa está en hacer nuestro trabajo», resaltó.
Ensuciándose las manos con blockchain y las CBDC
Aun así, no todos los bancos centrales se han dado por vencidos respecto a blockchain. El Riksbank, Banco Central de Suecia, recientemente anunció su proyecto piloto de una CBDC, la e-krona digital. En conjunto con la compañía Accenture usará la blockchain Corda de R3.
La e-krona es una forma de efectivo digital para uso diario, una herramienta para pagos basada en la moneda nacional y accesible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, explicó el asesor superior de políticas para el Departamento de Pagos del Riksbank, Bjorn Segendorf.
Segendorf indicó que no prueban la tecnología de Corda porque el banco tenga la mente puesta en una solución basada en blockchain. «Solo tienes que probar cosas distintas para aprender», acotó. «Necesitamos ensuciarnos las manos, ahora probando Corda, luego podremos probar algo más».
La idea principal de este ejercicio es estar preparados para el futuro sin efectivo, ya que los adultos jóvenes cada vez dependen menos de este dinero. Agregó, que su objetivo es «ver cómo luce ese tipo de mundo y cómo puede lidiar con eso el banco central, para que en caso de que sea necesario emitir una CBDC, no tengamos que empezar desde cero», concluyó Segendorf.
Versión traducida del artículo de Anna Baydakova, publicado en CoinDesk.