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A menor cantidad de mineros activos, son menores el poder y la dificultad de minado en una red
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Una dificultad baja permite al minero obtener recompensas de bloques más frecuentemente
Un gran número de máquinas de minería han sido apagadas debido a la disminución del precio de bitcoin. Al caer el precio de la criptomoneda, la minería se hace menos rentable en relación con la recompensa obtenida y el costo de electricidad que consumen los equipos. A esto se suman gastos en otros servicios como el Internet y el mantenimiento a los equipos de minería e instalaciones.
Gracias al ajuste de dificultad de la minería en la red de Bitcoin, los mineros que conserven sus máquinas trabajando conseguirán mayores recompensas en BTC. Mientras que, a futuro, podrían conseguir también mayores ganancias, frente a un posible aumento del precio de bitcoin. Sin embargo, cada minero debe calcular si vale la pena seguir trabajando a toda marcha o si le es más conveniente disminuir su producción.
El día de ayer, un pool de minería reportó que entre 600 mil y 800 mil mineros de Bitcoin han sido apagados desde mediados de noviembre. Según la publicación, la principal razón de esto es la disminución del precio de la criptomoneda, que trae como consecuencia una disminución del poder de procesamiento o hashrate de la red.
De acuerdo con datos del explorador de bloques Blockchain, el hashrate de Bitcoin descendió de 54 EH/s, a inicios de noviembre, a 41 EH/s al momento de la redacción.
El ajuste de la dificultad de minado
Variaciones como la recién mencionada en el hashrate provocan otros cambios en la red, debido a una característica primordial del protocolo de Bitcoin: el ajuste de dificultad. Cada 2016 bloques, la dificultad de minado en Bitcoin se ajusta según el aumento o disminución del poder de procesamiento, para que el funcionamiento de la red no se vea afectado.
Cuando hay menos mineros trabajando, disminuye el hashrate y, al mismo tiempo, baja la producción de bloques y la emisión de bitcoins. De igual forma pasa al contrario, a mayor cantidad de mineros, mayor es el hashrate y se acelera el trabajo en la red.
El ajuste de dificultad se encarga de estabilizar o balancear el poder de minado disponible y la dificultad de minado, de manera que el tiempo promedio de la resolución de bloques se mantenga en el estándar de un bloque cada 10 minutos, tal como lo expresa el Libro Blanco de Bitcoin.
Estos cambios de dificultad afectan directamente la recompensa que cada minero obtiene por su trabajo. Cuando la dificultad aumenta, el rendimiento de un dispositivo de minería disminuye; mientras que, si la dificultad es la que disminuye, el rendimiento del equipo aumenta. El segundo escenario descrito se traduce en una mayor recompensa para los mineros, ya que tardarán menos tiempo en minar bloques y la recepción de recompensas se hará más frecuente.
En este sentido, cabe acotar que los mineros de Bitcoin no son los únicos que se enfrentan a este panorama. Ante la caída generalizada del mercado entero, los mineros de todas las criptomonedas que usan la prueba de trabajo (PoW) están en la misma posición que los dedicados a la criptomoneda original. Ether (ETH), zcash (ZEC), monero (XMR), siacoin (SC), decred (DCR) y ethereum classic (ETC) son algunas de las monedas criptográficas cuyo valor en el mercado también cayó; por lo que, quienes las minan, se ven ahora en la obligación de reevaluar sus ganancias con los precios actuales.
Los mineros menos afectados por la caída del mercado de criptoactivos son los que llevan a cabo esta actividad en lugares donde la energía eléctrica es muy económica, o que cuentan con subsidios, que les permiten continuar sin mucha preocupación mientras tratan de sacarle provecho a la disminución en la dificultad de minado.
Imagen destacada por: ronstik / stock.adobe.com