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Según el último reporte de Jon Peddie Research (JPR) sobre el comportamiento del mercado de las tarjetas gráficas (GPU) en el último trimestre del 2017, los despachos totales de estos equipos reflejaron un decrecimiento de 1,5% respecto al trimestre anterior, mientras que los despachos totales de 2017 decrecieron 4,8% respecto a 2016.
Mas, a pesar de las cifras negativas que son mostradas, JPR destaca que los mineros de criptomonedas adquirieron en 2017 más de 3 millones de tarjetas gráficas -del tipo AIB (Add-in-Board)-, por un costo total de $776 millones. “AMD fue el principal beneficiado de esas ventas”, sostiene JPR.
La estabilidad o un ligero decrecimiento de despachos totales de tarjetas de video en el último trimestre es una tendencia estacional, pues los fabricantes de computadoras tienen disponibles esos componentes de manera anticipada para atender las ventas de fin de año. Sin embargo, la demanda adicional de estos dispositivos para labores de minería contribuyó a la escasez que se registró en 2017, lo que a su vez condujo a un aumento de los precios.
Como un último eslabón en esta cadena de causas y consecuencias, los inflados precios de las GPU son también acusados de provocar esta baja en las ventas que refleja el reporte.
A mediados del año pasado, a pesar de verse altamente beneficiada tras registrar un incremento en ventas para el segundo trimestre y un aumento en el valor de sus acciones, AMD declaró que no consideraba la minería como un motor de crecimiento. “Nosotros nos estamos asegurando de no sobreofertar la demanda”, dijo en esa oportunidad. Paradójicamente, según el reporte de JPR, la demanda extra de tarjetas gráficas favorece este año a AMD y no a Nvidia, el otro gran fabricante de GPU, que sí ha manifestado interés por desarrollar equipos de este tipo especializados para minería.
Las tarjetas de video de gama alta, diseñadas originalmente para mejor nitidez y realismo de los juegos de video, fueron las primeras usadas para lograr más velocidad de procesamiento en las labores de minería de criptomonedas. Pero como se limitaban a un poder de procesamiento de solo decenas de Mh/s, por lo que el paso siguiente fue el uso de tarjetas con procesadores que emplean matrices programables (FPGA) que elevaron los estándares de rendimiento a nuevos niveles, especialmente frente a las altas exigencias de la minería del bitcoin.
Este desarrollo de computadores especializados en las tareas propias de la minería progresó luego con los chips especializados denominados ASIC (Circuito Integrado para Aplicaciones Específicas según sus siglas en inglés). Sin embargo, pese a la superioridad de los equipos ASIC, las tarjetas gráficas se adaptan a las exigencias de minería de muchas criptomonedas diferentes al bitcoin, por lo que su demanda no merma.