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En Irkutsk, una región de Siberia, un par de emprendedores le están sacando partido al calor generado por la minería de bitcoins, aprovechándolo en aquella ciudad de inviernos prolongados y rigurosos para la calefacción de hogares.
Esta iniciativa se pudo conocer a través de Ruptly, la agencia de noticias en vídeo perteneciente a RT. Valiéndose de que las tarifas de electricidad en Irkutsk no son elevadas y de que la minería se ha vuelto una actividad común por la misma razón, Iliá Frolov y Dmitri Tolmachyov, ambos empresarios, diseñaron un prototipo ecológico que utiliza el calor liberado durante la minería de estas criptomonedas para calentar los hogares mediante un sistema de calefacción por suelo radiante, el cual se fundamenta en la trasmisión de calor de un elemento a otro, aumentando la temperatura del ambiente de la casa donde haya sido instalado.
En este sentido, Iliá Frolov resaltó el hecho de que en Irkutsk las tarifas por servicio eléctrico son cinco veces más pequeñas que las de Moscú, y por ello la actividad minera es tan común en la misma, a tal punto de ser considerada como la capital de la minería de Bitcoin en Rusia.
Asimismo, de acuerdo con Frolov, las computadoras utilizadas para minar bitcoins demandan mucha electricidad y son enfriadas con ventiladores, liberando el calor generado por las potentes computadoras a la atmósfera, algo que, en su opoinión personal, es «poco racional y ecológico». «Es por eso que hemos implementado un concepto en el que el calor de las operaciones informáticas se usa para fines pacíficos de calentamiento», declaró Frolov. Además, estos conectaron su criptogranja a un sistema de calefacción por suelo radiante, obteniendo exitosos resultados.
También se pudo conocer que para el año 2020, estos empresarios tienen proyectado construir 2.000 criptocasas, con capacidad total de 20 megavatios y con un aproximado de 80.000 metros cuadrados.
Cabe destacar que una de las desventajas de la minería de Bitcoin es la elevada demanda de energía eléctrica, ya que el mecanismo de consenso que en este se utiliza requiere de un gran poder computacional para añadir nuevos bloques a la cadena principal. Motivo por el cual el protocolo Prueba de trabajo (Proof-of-Work) es muy criticado. Incluso Vitalik Buterin, creador de Ethereum, está trabajando en cambiar este mecanismo de consenso en su blockchain por el protocolo Prueba de participación (Proof-of-Stake), para el cual no es necesario una elevada demanda de energía.
Sin embargo, los rusos han sabido sacarle partido a esta desventaja, al mismo tiempo que contribuyen con el medio ambiente. Por otra parte, en septiembre se pudo conocer que el artista e ingeniero Julian Oliver creó un prototipo de minero Zcash que se alimenta de energía eólica, siendo otra alternativa de minado amigable con el ambiente.
https://youtu.be/9WD8OOsyZzg