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Georgia, un pequeño país ubicado en Eurasia, es uno de los mayores tesoros del ecosistema bitcoiner. Esto se debe a que, gracias a los bajos costos de su servicio eléctrico, se posiciona como el segundo país más rentable en cuanto a minería de criptoactivos, solo superado por China.
La pequeña nación ha ganado un importante terreno de acuerdo con lo reseñado por NPR, que se refirió a una investigación titulada Global Cryptocurrency Benchmarking Study, realizada el año pasado y que fue encabezada por Garrick Hileman y Michel Rauchs. Dicha investigación ofrece un acercamiento significativo a elementos centrales de las criptomonedas como las casas de cambio, las carteras de criptoactivos y la minería. La investigación contó con la alianza de Visa, que también ha mostrado interés en la tecnología blockchain.
El trabajo recogió una serie de interesantes hallazgos, especialmente en cuanto a adopción, alcance global, herramientas y plataformas para el manejo de criptomonedas, así como sobre seguridad y regulación. Además de los bajos costos de la electricidad, Georgia ha cobrado relevancia en el mundo de la minería de criptomonedas gracias a que esta actividad se ve amparada por sus leyes poco estrictas y a la anuencia de algunos de sus políticos.
Brian Zhang, cofundador del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge, enumera ciertas de las razones que han impulsado el crecimiento del ecosistema de las criptomonedas al rededor del mundo; lo que demanda y promueve el crecimiento de la actividad minera en lugares como Georgia.
En primer lugar, la adopción por parte de usuarios de varias criptomonedas realmente ha despegado, con miles de millones de capitalización en el mercado y millones de billeteras que se estiman «activas» en 2016. En segundo lugar, la industria de criptomonedas está globalizada y localizada, con operaciones de intercambio sin fronteras, así como actividades mineras geográficamente agrupadas.
Bryan Zhang
Cofundador
Zhang también resalta la fluidez que está mostrando la industria gracias a la expansión de este ecosistema y las aplicaciones que los criptoactivos están adquiriendo, además de reconocer que: “las cuestiones de seguridad y cumplimiento normativo [en el uso de criptoactivos] probablemente prevalezcan en los años venideros”.
En China hay una importante cantidad del servicio eléctrico que es producido a través de centrales hidroeléctricas, lo que permite que haya un consumo de hasta 111 megawatts dedicados a la minería. Inmediatamente después aparece Georgia, en donde se destinan hasta 85 megawatts a las actividades de minería de criptomonedas como bitcoin (BTC). En este caso, al igual que en China, es la existencia de importantes centrales de producción hidroeléctrica lo que permite la asignación de tal cantidad de energía a la minería.
Georgia tiene un papel sumamente relevante en el ámbito de la minería ya que, sin alcanzar las cifras de China, la rentabilidad de esta actividad en el país es notoria. Esto podría sugerir que un número importante de mineros de criptomonedas se esté desplazando al país euroasiático, atraídos por las amigables regulaciones y el bajo costo de la energía eléctrica.
Una de las operaciones de más alto alcance en esta materia fue la de Bitfury, empresa que reconoció que utilizaba alrededor de 28 millones de kilovatios-hora de electricidad por mes, cifras que equivalen al consumo promedio unos 120 mil hogares (un 10% de la población del país).
Las instalaciones mineras de la compañía existían fuera de la región de Tbilisi pero, según los informes, el sitio de datos principal fue vendido. Las operaciones de Bitfury en el país fueron significativas y la empresa incluso llegó a colaborar con el Estado euroasiático a fin de desarrollar una herramienta con tecnología blockchain para el registro de propiedades.
Imagen destacada por: Nuthawut / stock.adobe.com