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Uno de los efectos colaterales del gran auge de las criptomonedas en 2017, cuando la totalidad del criptomercado vio su valor multiplicado exponencialmente, fue el aumento de la popularidad del término ‘blockchain’ entre diversas compañías (no necesariamente ligadas al ecosistema). En el último trimestre de 2017, el sólo hecho de cambiar su nombre para incluir ‘blockchain’ era razón suficiente para que una compañía se revalorizara casi instantáneamente en el mercado de valores, aún si la empresa no tenía planes de usar blockchain en sus operaciones.
En la actualidad, con las correcciones que el mercado de criptomonedas ha experimentado, esta estrategia simplista no sólo ya no representa un valor agregado, sino que puede atraer ‘atención negativa’ por parte de reguladores y de los propios inversionistas.
Recientemente pudo conocerse que compañías como Riot Blockchain y Long Blockchain –antes llamada Long Island Iced Tea— son objeto de demandas colectivas y de amenazas de parte de Nasdaq de ser excluida de ese índice bursátil.
Riot Blockchain fue una de las empresas que cambió su nombre –anteriormente se denominaba Bioptix— y es ahora objeto de una demanda colectiva por parte de los inversionistas que compraron acciones de esta firma entre el 13 de noviembre de 2017 y el 15 de febrero de 2018. En esa demanda se explica que, desde octubre de 2017, Riot comenzó a promocionarse como una compañía dedicada a blockchain, y efectivamente cambió su nombre el 4 de octubre, cuando anunció que se enfocaría en bitcoin y Ethereum. Lo que no destacó Riot fue que toda su actividad anterior estuvo ligada al campo de la biotecnología.
Durante el período de dos meses señalado en la demanda, Riot Blockchain ofreció declaraciones engañosas sobre una estrategia en torno a blockchain, sin mencionar su cambio de nombre, dicen los demandantes, lo cual estaba destinado a generar entusiasmo y atraer inversionistas al ligar la compañía al auge reciente de las criptomonedas.
Todo esto sin que existiese realmente operaciones en torno a blockchain. El precio de las acciones fue inflado artificialmente y los accionistas que tenían el control de Riot Blockchain vendieron el grueso de sus acciones cuando éstas estaban sobre $38 por acción. Toda esta trama fue desvelada por un reportaje de CNBC el 16 de febrero de 2018 y las acciones cerraron ese día a $11,38, lo cual afectó al conocido gurú de las inversiones Dennis Gartman. Esta reciente demanda busca compensación por las pérdidas sufridas por los demandantes durante el período especificado.
Otra muestra de que el término ‘blockchain’ no es amuleto infalible para ninguna compañía lo tenemos en un reciente reporte de la SEC, la comisión de valores estadounidense, en el que informa que Nasdaq solicitó remover a Long Blockchain entre las empresas que cotizan en su bolsa de valores.
Long Blockchain, conocida como Long Island Iced Tea antes de junio 2017, fue noticia en su momento porque el solo cambio de nombre le permitió una revalorización de un 500%. A pesar de haber declarado en esa oportunidad que estaban enfocados “en el desarrollo e inversión de soluciones tecnológicas blockchain escalables a nivel global” y de haber invertido a inicios de enero en la compra masiva de equipos de minería, Nasdaq prefirió optar por la medida de excluirla de su sistema.
Siguiendo lo pautado cuando ocurre este tipo de sanciones, Long Blockchain tenía el derecho a apelar ante un panel, con la condición de solicitarlo en el curso de la semana siguiente a la sanción, una gestión que efectivamente realizó y en consecuencia sigue listada en el índice Nasdaq, bajo el símbolo «LBCC».
En caso de su apelación sea aprobada por dicho panel, debe someterse de nuevo al proceso de obtención de la conformidad que exige Nasdaq a las empresas que cotizan allí sus acciones antes del 9 de abril de este año. Esto le exige a Long Blockchain mantener su valoración de mercado en $35 millones o más por 10 días laborables consecutivos. Si esa condición no se cumple antes de la fecha mencionada, Long Blockchain se vería de nuevo enfrentada a una potencial exclusión del Nasdaq.
Con estas dos compañías, a las que el cambio de nombre para asociarse a blockchain le favoreció enormemente en un momento de auge firme de las criptomonedas, ocurre ahora que son sometidas a un mayor escrutinio por parte de los accionistas o de las autoridades financieras.