¿Te gustaría poder escuchar este artículo?
Sí es posible. Suscríbete y ten acceso a reproductor de audio de las noticias, contenido exclusivo, sin anuncios y más. Saber más
Una nueva noticia sobre un caso federal de un negocio de compra y venta de bitcoins sin licencia involucra a dos personas de la ciudad de New Orleans en Estados Unidos; un tipo de delito que curiosamente está aumentando su frecuencia.
Randall Bryan Lord, de 59 años, y su hijo, Michael Aaron Lord, de 30 años, fueron sentenciados a cuatro y nueve años de prisión, y un año y tres años de libertad bajo custodia, respectivamente. El veredicto fue emitido por el Juez de Distrito de los Estados Unidos, Maurice Hicks Jr., después de que ellos se declarasen culpables, el 13 de abril de 2016, de hacer grandes transacciones con dinero digital, sin tener la licencia adecuada para ello.
En esta instancia, también puede leerse la declaración de culpabilidad de Michael Lord por el delito de distribuir sustancias consideradas peligrosas y por tanto reguladas, como por ejemplo el alprazolam (Xanax), un medicamento clasificado en la Ley de Sustancias Controladas de los Estados Unidos, y también 5F-AB-Pinaca (un cannabinoide sintético).
Según documentos de la corte, los acusados aceptaban dinero en efectivo, órdenes de dinero y tarjetas prepagadas que luego intercambiaban por bitcoins adquiridos en LocalBitcoins y más adelante hacían una re-venta por un precio mayor para obtener una ganancia. El perfil que Michael Lord utilizó desde el 2012 en la plataforma llevaba el nombre de «Internet151». Los registros policiales confirmaron que se realizaron más de 3.000 operaciones a través de esa cuenta, y, además, se supo que padre e hijo evadieron la declaración de impuestos de más de $31.000 al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS).
Este caso se suma a las recientes investigaciones realizadas por distintos organismos del Estado norteamericano para controlar a aquellos comerciantes que no se encuentran registrados en la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN). El delito cibernético, en este sentido, es un terreno donde algunos individuos creen encontrar el modo de despistar a las autoridades.
Debido a que las regulaciones para las criptomonedas y la blockchain continúan aumentando y definiéndose, se ha hecho más difícil, para los miembros del ecosistema que optan por irse al margen de la ley, llevar a cabo delitos como fraudes y lavado de dinero en el el territorio estadounidense. El crecimiento de las operaciones y la accesibilidad de LocalBitcoins, la casa de cambio descentralizada, siguen siendo atractivos para los comerciantes de bitcoins, pero también para los agentes del IRS y de las autoridades policiales que se encargan de vigilar el pago de impuestos y los delitos cibernéticos.