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Especialistas de la autoridad financiera ven incertidumbres sobre su gobernanza y regulación.
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Un reporte en el que se evaluaron 54 stablecoins concluye que la adopción depende de reglas claras.
El Banco Central Europeo (BCE) publicó un informe en el que tres especialistas evaluaron hasta 54 stablecoins y concluyó que un potencial uso de estas dependerá de reglas claras en sus sistemas de gobernanza y una apropiada regulación.
En el reporte de 55 páginas titulado En busca de la estabilidad de los criptoactivos: ¿son las monedas estables la solución?, los autores Dirk Bullmann, Jonas Klemm y Andrea Pinna señalan que aunque algunas stablecoins son un fenómeno relativamente nuevo, su uso en el futuro es incierto.
El valor total del mercado de las stablecoins se disparó en el último año, principalmente debido al crecimiento de las iniciativas de fondos tokenizados. Sin embargo, su futuro rol en el mercado de criptoactivos y en la economía en general es incierto (…) La adopción de cualquier stablecoin requiere de un gobierno claro, incluidos los procedimientos para actualizar los contratos inteligentes en el núcleo de la iniciativa y un marco establecido de ciberseguridad.
Banco Central Europeo.
Nueva clasificación
Los analistas describen los tipos de stablecoins o monedas ancladas al valor de otro activo, sus métodos de respaldo y proponen una nueva clasificación que gire en torno a tres aspectos: responsabilidad del emisor, descentralización de responsabilidades y qué es lo que sustenta el valor de la stablecoin. Además, analizan en detalle a tether, DAI y NuBits como ejemplos de los diferentes tipos de stablecoins que existen en el mercado.
Un punto a destacar en sus conclusiones es que, para ellos, el panorama actual del mercado confirma que algunas de las principales iniciativas de stablecoins siguen el “modelo comercial del dinero electrónico tradicional y los sistemas de pago prefinanciados”, lo que se traduce en que los proyectos emiten de forma “simbólica” los fondos que respaldan en redes con tecnología de contabilidad distribuida (DLT).
Para los autores, el principal obstáculo que deben vencer las stablecoins o monedas ancladas es la incertidumbre por la falta de escrutinio y reconocimiento regulatorio. Esto debido a que las instituciones financieras podrían usar la misma tecnología para el registro de activos tradicionales (dinero de bancos comerciales y dinero electrónico regulado) y hacer que las stablecoins sean redundantes en el uso de DLT.
En el pasado el BCE se ha pronunciado sobre criptomonedas como bitcoin. En 2017, Yves Mersch, miembro de su comité ejecutivo, declaró que “bitcoin representa una gran amenaza para la estabilidad financiera mundial”. A pesar de esta posición, hace tres semanas el propio banco anunció que planea usar más datos de blockchains para monitorear mejor los mercados de criptomonedas.
Incluso, también en 2017, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, efectuó una invitación pública a los residentes del continente para que formularan preguntas sobre las criptomonedas en las redes sociales Twitter y Facebook con las etiquetas #AskDraghi y #ECBYouthDialogue.