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Filtraciones revelan el verdadero y oscuro negocio de Doingbase

Filtraciones, noticias no confirmadas. Información. La venta ilícita de datos sensibles al mejor postor. El drama de Doingbase y Protino continúa.

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  • Una serie de noticias han confirmado que la empresa vende información de sus clientes.
  • La empresa tuvo pérdidas importantes por la baja del mercado, "reestructurando" el negocio.

El conflicto de Doingbase y Protino escaló a un nuevo nivel. No se sabe desde dónde, pero la empresa sufrió una serie de filtraciones sobre los Perfiles de Consumidor que empezó a vender a otras empresas e instituciones. Se sospecha que la empresa recibió grandes cantidades de dinero por la venta de esta información, pero, hasta ahora, no se conoce al detalle la data comprometida ni la cuantía de los pagos.

La empresa supo llevar la treta durante un tiempo. De hecho, el final del primer trimestre del trabajo de Protino supuso un margen de ganancia de más de 80%, incluso en medio de la tendencia bajista en el mercado de criptoactivos.

La empresa afirmó que se trataban de los frutos de inversiones inteligentes, de la diversificación de portafolio, así como la compra de futuros de Bitcoin y ETH y el éxito de sus nuevos proyectos.

Sin embargo, las filtraciones comenzaron a mostrar que la realidad era mucho más oscura, turbia.

¿Quién es el soplón?

La política de contratación de Doingbase siempre fue sumamente particular. Todos los trabajadores (alrededor de 1.000 personas en las distintas sedes) eran parte de la empresa por recomendación. Ningún cargo era asignado sin que el nuevo funcionario hubiese sido recomendado por otro empleado o ejecutivo. Esto garantizaba un importante nivel de hermetismo y complicidad entre los trabajadores de la empresa, importante a la hora de afrontar averiguaciones y perseguir a los soplones.

¿Quién había filtrado información a la prensa? ¿Por qué no habían revelado todos los detalles de lo que estaba haciendo la empresa? ¿Cómo es que no se supieron detalles de los perfiles y la información que estaba captando Protino?

Después de ser uno de los destinos preferidos para los profesionales del ecosistema, Doingbase se convirtió en una empresa bajo sospecha, en la que los propios empleados eran potenciales traidores. Las filtraciones continuaban (a cuentagotas), aclarando el panorama de manipulación y engaño en el que se había movido los últimos meses la empresa. No obstante, las noticias aún no eran lo suficientemente fulminantes y la empresa seguía capeando.

“Es cuestión de tiempo”, decía el CEO de la empresa. “Es cuestión de tiempo para que sepamos quién es el soplón. Aún no ha podido hacer suficiente daño y creemos que se debe a que no sabe lo necesario. Por otro lado, hemos decidido cambiar el manejo de la información sobre los perfiles comerciales en los que se ha trabajado últimamente y esa data la manejará de manera exclusiva Protino”, enfatizó.

Las cifras: devastadoras

Pero la amenaza más bien fue un aliciente para que las filtraciones se hicieran cada vez más graves. Si bien el tema de la información que estaba vendiendo la empresa no se aclaró (al menos no por el momento), las cuantiosas pérdidas que estaba reportando mensualmente Doingbase se hicieron de dominio público.

Doingbase ficcion empresa
El portafolio de inversión de Doingbase había perdido al menos 80% de su valor. Fuente: Pixabay.

No solamente habían perdido bitcoins, el resto del portafolio de inversión de la empresa estaba al menos 80% por debajo de lo que representaba el año anterior, habiendo apoyado varios proyectos criptográficos que resultaron ser grandes fiascos.

Además, cada uno de los negocios en los que intentó ingresar la empresa fracasó. Inteligencia artificial aplicada al trading, minería de criptoactivos, desarrollo de monederos fríos, todas las investigaciones de Doingbase habían fracasado. ¿Cómo es que una empresa que tiene al menos tres trimestres de pérdidas puede recuperarse en unos pocos meses? ¿Qué estaban ocultando?

La empresa se vio obligada a reestructurar su organigrama para frenar las filtraciones, aunque sin éxito. Las actividades se hicieron cada vez más oscuras y Protino dejó de formar parte de los reportes empresariales, de hecho, la empresa sacó a Protino de la organización con un ardid legal, aunque la temible susbidaria seguía trabajando y reportando ganancias para la organización, aunque sin una relación clara y directa con Doingbase.

Las investigaciones cesaron un tiempo. Una tensa calma.

El registro de compradores

A pesar de que la empresa trató de desviar la atención de Protino, minimizando su relación con la subsidiaria, pronto los medios se llenaron de noticias en las que las andanzas de estas organizaciones fueron reveladas.

A varias salas de redacción a nivel global llegaron una serie de correos electrónicos anónimos con información sobre el Registro de Compradores de los Perfiles de Consumidor de Protino. Este documento contenía información pormenorizada sobre los compradores de los perfiles de Protino: la información comprada, el tipo de perfil, la forma de pago, si pertenecían a organizaciones o empresas, todo.

El registro dejaba ver que, aprovechando la información suministrada por los usuarios para poder utilizar los servicios de la empresa, Doingbase había creado un mercado de información sobre sus clientes, sin la aprobación de estos. El negocio de los criptoactivos se había convertido en una simple fachada para encubrir la inescrupulosa venta de información financiera y personal, organizada como un movimiento empresarial para «transformar» la estructura de negocios.

La empresa había establecido una serie de niveles para la información vendida. A mayor detalle, mayor el precio. Gobiernos, agencias de seguridad, empresas, incluso parejas, todos los compradores de estos registros fueron expuestos y la empresa suspendió sus servicios.

Por el momento.


Imagen destacada por twinsterphoto / Stock.adobe.com

Capítulo anterior – «¿Por qué alguien querría anonimato?»: Los oscuros secretos de Doingbase

Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.


Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.

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