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Herramientas de nombres al estilo email pueden facilitar y masificar el uso de las criptomonedas.
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Pero sin el cuidado debido, usarlas puede comprometer nuestra privacidad financiera.
Los nombres de usuario en monederos de criptomonedas pueden facilitar tanto el envío de dinero como los nombres de e-mail facilitan el envío de correos. Recibir una dirección de pago al estilo e-mail, en vez de una larga y desconocida línea de caracteres alfanuméricos, puede hacer a muchos comprender mejor a Bitcoin como medio de pago y ayudar a su masificación.
Si bien vincular identificaciones con direcciones de carteras puede facilitar el uso de las criptomonedas para cualquiera (individuos, empresas, comerciantes, secuestradores, gobiernos y espías de blockchains por igual), el precio que se paga es el de la privacidad financiera.
La conveniencia y la privacidad en Internet suelen excluirse entre sí. Muchas veces elegimos una aplicación porque es sencilla de usar o por tener la mayor base de usuarios, aunque ésta no sea la que mejor protege nuestros datos. Y apartamos aquellas que sí los resguardan, pero requieren un proceso de aprendizaje más largo (lo que deriva en pocos usuarios). Para muchos, Bitcoin y las criptomonedas pertenecen al segundo grupo, y los nombres de usuario para monederos intentan cambiar esto.
Desde 2019 se observa un incremento en el número de proyectos que vinculan identidad y nombres de usuarios con monederos. Algunos, como Civil, lo han promocionado como una solución contra el contagio por Covid19; otros, como Ripple y Dash, aseguran que es indispensable para un sistema más amigable con el usuario. Ethereum Name Service (ENS), por su parte, con los casi dos millones de dólares que ha recibido como pago por el registro de nombres, ha demostrado que puede ser un negocio muy lucrativo.
Quizás es este último punto lo que ha renovado el interés por el registro de nombres en blockchains públicas, una propuesta que puede rastrearse hasta los primeros años de la historia bitcoiner.
El primero en incursionar en este tema fue Namecoin, que desde 2011 vende dominios .bit. Con esta tecnología se puede asociar una dirección de bitcoin u otro activo digital a un nombre de usuario legible, por ejemplo: que 1FLQESBUdrBdu7NXVRiMqjFPpGcxawVdJM sea reconocible como «criptonoticias.bit». Al hacerlo, un usuario puede transar con la dirección o el nombre de usuario indistintamente; es decir, enviar, por ejemplo, 0,1 BTC a la dirección directamente o al usuario «criptonoticias.bit» y que el dinero caiga en esa dirección asociada.
Quizás las propuestas anteriores estuvieron adelantadas a su tiempo, careciendo de la masa de usuarios de hoy día. Ahora, como vemos, son muchos los proyectos que han identificado en los nombres de dominio una vía para abordar nuevos usuarios y aumentar sus dividendos por las mensualidades o primas de registro que deben ser pagadas para mantener la propiedad sobre un dominio.
Desde la perspectiva empresarial, los nombres de usuario en monederos han demostrado su potencial lucrativo como estrategia de negocio. Desde el punto de vista del usuario, parece conveniente poder dar un nombre legible por humanos para recibir pagos. El problema es que, cuando esto se hace en blockchains públicas, la privacidad financiera se ve comprometida.
El precio de la conveniencia se paga con privacidad
Se puede argumentar que utilizar un monedero con nombre de usuario para un objetivo específico (recibir pagos para tu negocio de venta de verduras) no priva de usar un monedero pseudónimo para tus finanzas personales. También puede decirse que nadie te obliga a vincular tu identidad real con tu nombre de usuario. Pero las medidas de higiene que debes tomar para evitar que se vincule tu identidad a tu dirección deben ser cuidadosas.
Al utilizar un nombre de usuario no solo revelas el saldo existente en esa cartera, sino también todas las transacciones que esa dirección ha realizado y realizará en algún momento. Entregas tu «estado de cuenta». Si esa dirección fue utilizada anteriormente para realizar alguna transacción vinculada a Conoce a tu Cliente (una compra en casa de cambio, o la compra de un producto por Internet), sin duda le harás la vida más sencilla a las compañías de vigilancia de blockchain para identificarte, y quien sabe a quién más.
Un nombre de usuario en monedero, según han revelado estudios, también puede revelar tu futura estrategia de negocios, al poderse observar pagos de una empresa a otra. Puede dar a conocer tu salario u honorarios recibidos por servicios. Hasta puede revelar el próximo evento al que asistirás, de asociarse con la compra de una entrada o hasta un ticket de avión.
Cuando se trata de dinero, la privacidad es un elemento delicado. En ambientes hostiles, sea por gobiernos autoritarios o por proliferación de criminales, revelar cuánto dinero tienes y cómo lo utilizas puede ser motivo de censura –en caso de disidencia política– y hasta de robos y secuestros, en el peor de los escenarios.
Así como los nombres de correos electrónicos, los nombres de usuario en monederos pueden propulsar la adopción de las criptomonedas, aumentando la conveniencia y la usabilidad para usuarios nóveles. Pero son precisamente estos usuarios quienes más desconocen las medidas de higiene pertinentes para no revelar excesiva información.
Mientras en las blockchains públicas y en estas aplicaciones no existan mejoras de privacidad, utilizar nombres de usuario será como tener tu bandeja de correo electrónico expuesta al público.