Los hechos que impactaron el ecosistema de criptomonedas en 2019

La industria de criptomonedas cerró el 2019 con un mercado más maduro y reconocido. Las palabras “bitcoin” y “blockchain” ganaron importancia a nivel internacional, sobre todo para el sector financiero y político. El ecosistema gozó de una mayor cobertura mediática en 2019, luego que actores financieros, reguladores y hasta presidentes discutieran sobre estas nuevas tecnologías.

La adopción fue uno de los temas más debatidos el año pasado, siendo incluso el foco de varias startups y proyectos. Las casas de cambio, monederos y servicios de pago de la industria se abocaron en desarrollar plataformas más sencillas, intuitivas y seguras. John Newbery, desarrollador de Bitcoin Core, apuntó que las últimas mejoras de Bitcoin están dirigidas a facilitar su uso y adopción. Debido a ello, parece constatarse una tendencia dentro y fuera de Bitcoin para hacer más accesible a las tecnologías blockchain; las cuales han sido percibidas como “difíciles” o “complicadas” de entender por el usuario común.

El 2019 también se caracterizó por su enfoque financiero y la irrupción de nuevas formas de administrar el dinero. No solo se abrieron más discusiones sobre el poder de bitcoin como moneda, sino que también irrumpieron nuevas formas de prestar servicios financieros. Las aplicaciones en Lightning Network, las ofertas a inversionistas institucionales centradas en bitcoin, las stablecoins y las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) fueron algunas de las incidencias más sonadas del año. Especialmente las DeFi, que hoy en día representan más del 50% del volumen de las dApps de Ethereum.

En este artículo haremos un recuento de lo más impactante que sucedió en las redes y comunidades de Bitcoin, Ethereum y de otras criptomonedas del mercado.

Bitcoin, un activo cada vez más maduro

Bitcoin logró alcanzar una mayor madurez como activo en 2019, perfilaron analistas de Bloomberg. La criptomoneda presentó la mayor parte del año un valor relativamente estable, el cual sugirió que Bitcoin podría haber conformado un precio piso. Asimismo, a mediados del 2019 BTC disminuyó su correlación con otras criptomonedas del mercado, mientras que la aumentó con activos como el oro.

La popularidad de Bitcoin, junto a esta reciente percepción de mayor madurez, ha mantenido a la criptomoneda en el foco de los inversionistas institucionales. Este año también se caracterizó por el lanzamiento de nuevos mercados de contratos futuros de Bitcoin, los cuales se unieron a los ya conocidos CBOE y CME. En el mes de septiembre se empezaron a comercializar los primeros futuros de Bitcoin en Bakkt, una de las plataformas más esperadas por inversionistas institucionales. Para el mes de noviembre esta plataforma ya alcanzaba su máximo histórico de negociación diaria, con un volumen que superaba los 15 millones de dólares.

BitMEX también dio mucho de qué hablar este año, llegando a movilizar el 0,15% de la totalidad de bitcoins en el mercado. El año, además, cerró con la promesa que las empresas SolidX y VanEck lanzarán sus fondos de inversión cotizada (ETF) de Bitcoin, incluso cuando la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) ha retrasado en varias oportunidades su aprobación.

El precio de bitcoin fue uno de los temas que generó más expectativas en el 2019, siendo también una de las noticias más consultadas en CriptoNoticias. La criptomoneda aumentó un 89% su precio en lo que va de año, pasando de cotizarse en USD 3.800 dólares por unidad a más de USD 7.000 dólares. El mercado alcista de bitcoin generó muchas expectativas en el ecosistema a mediados del 2019, proliferando las predicciones de lo que será el precio de Bitcoin para este 2020.

En cuanto a aspectos técnicos, a finales del año pasado se realizó el lanzamiento de la nueva versión Bitcoin Core 0.19.1, la cual incorporó más de cuatro actualizaciones a la red. Lightning Network también tuvo un papel importante papel en 2019, ya que la comunidad de desarrolladores y startups de esta red se enfocaron en ofrecer servicios para potenciar la adopción de Bitcoin. Asimismo, a nombre de LN se llevó a cabo una de las campañas de adopción más emblemáticas del año, la antorcha de Lightning Network.

Por último, pero no menos importante, la industria de minería de Bitcoin estuvo muy movida este año. El pool BTC perdió su liderazgo de años en el mes de septiembre, con la irrupción del pool chino Poolin. Asimismo, se empezó a implementar la nueva propuesta de minado de Matt Corallo, BetterHash. El primero en utilizarla ha sido el pool Blockstream, aunque pocos meses después también se convirtió en una de las actualizaciones del popular código de minado grupal, Stratum V2.

Las bifurcaciones de Ethereum coparon la escena

2019 no fue el mejor año para la red de Ethereum, ya que atravesó un período de mudanzas y actualizaciones. La blockchain registró dos bifurcaciones distintas este año, una bajo el nombre de Constantinople llevada a cabo en el mes de febrero e Istanbul que se produjo en el mes de diciembre.

La particularidad de estas bifurcaciones radicó en que tuvieron que ser retrasadas en varias oportunidades por sus desarrolladores. Por ejemplo, Constantinopla tuvo tres intentos de activación, siendo el último el único llevado a cabo de forma exitosa. En una de estas ocasiones fue retrasada por una vulnerabilidad que exponía a los usuarios de la blockchain, la cual pudo ser detectada antes de su lanzamiento.

La comunidad de Ethereum estaría llevando a cabo estas actualizaciones con el objetivo de migrar a una nueva versión de la blockchain, conocida como Ethereum 2.0. Joseph Lubin, cofundador de la red, señaló que la fase cero de la nueva versión podría estar lista para el primer trimestre de este año, mientras que las fases 1 y 2 podrían darse para fines de este mismo año. Ethereum 2.0 trabajará con el algoritmo de Prueba de Participación (PoS)  —uno de los grandes cambios introducidos por el nuevo protocolo—, conviviendo con la actual red de Ethereum y su Prueba de Trabajo (PoW) hasta nuevo aviso.

Sin embargo, aunque la red no brilló como otros años por su desarrollo tecnológico, si lo hicieron las startups que trabajan con esta blockchain. Las aplicaciones financieras fueron una de las grandes protagonistas de 2019. Las criptomonedas estables, también conocidas como stablecoins, cerraron el año con nuevos niveles de adopción. Tether registró a finales de agosto su mayor volumen de comercio en toda su historia, así como Dai registró un aumento en su actividad a finales del año.

En consonancia con las stablecoins, las plataformas de préstamos y créditos descentralizados destronaron a las aplicaciones de juego y los criptocoleccionables como las favoritas de la red. El investigador de Blockmatics, Solomon Lederer, propuso que las plataformas enfocadas en las finanzas descentralizadas dominarían el ecosistema este 2019. Una predicción que se cumplió, puesto que hoy en día más del 50% del volumen de las aplicaciones descentralizadas (dApps) de Ethereum provienen de este tipo de servicios; donde se suele comercializar, prestar o invertir con criptomonedas.

Campañas de Anti-ASIC, bifurcaciones y halving

La comunidad de Ethereum no fue la única que tuvo que prepararse para bifurcar su red, puesto que la mayoría de las altcoins presentaron al menos una actualización en este período. En dicha lista destacan las blockchain de Monero, Zcash, Bitcoin Cash, Ethereum Classic y Bitcoin SV, por mencionar las más conocidas.

La comunidad de Monero inició este año una campaña contra el uso de equipos especializados para la minería de criptomonedas (ASIC), puesto que estas máquinas concentraban cada vez más hash rate de la blockchain. Debido a ello, a la criptomoneda privada se le realizó dos actualizaciones en su algoritmo con el objetivo de contrarrestar la minería ASIC en la red.

Zcash también se bifurcó en dos ocasiones este año, llegando a generar incluso una nueva criptomoneda. Desde finales de julio existe una nueva red llamada Ycash, la cual nació por las diferencias de un grupo de la comunidad con la Fundación Zcash y Electric Coin Company (ECC). Asimismo, la blockchain principal siguió operando y activó su nueva versión Blossom, la cual permite tanto la minería de ASIC como de GPU, porque posee dos algoritmos distintos para cada modalidad.

Ethereum Classic fue otra de las redes que se bifurcó en dos oportunidades este año. La primera actualización, Atlantis, se llevó a cabo en el mes de septiembre; causándole un abrupto descenso en su hash rate luego de esperar varios meses para su aplicación. Sin embargo, en diciembre la comunidad llevó a cabo otra bifurcación, llamada Agharta, la cual hace posible la compatibilidad entre esta red y Ethereum.

2019 no fue, sin lugar a dudas, el mejor año para Bitcoin Cash y sus bifurcaciones. En el mes de mayo se programó la primera actualización anual de la plataforma, misma que incorporaría las firmas Schnorr. Sin embargo, cuando se actualizó el cliente la red dejó de agregar transacciones al mempool, procesándose más de 10 bloques sin ninguna transacción. Meses después, luego de recuperarse de este contratiempo, en noviembre se volvió a realizar otra bifurcación programada que generó dos cadenas distintas. Un grupo importante de mineros, desconocidos todos, había seguido minando en la anterior red contra todo pronóstico.

Bitcoin SV realizó una bifurcación dura a mediados del mes de julio para ampliar el tamaño de sus bloques, la cual se llevó a cabo sin mayores contratiempos. No obstante, esta comunidad dio que hablar este 2019 debido a las polémicas legales. Craig Wrigth, uno de los promotores del proyecto, inició una cruzada de demandas contra bitcoiners y miembros de Bitcoin Cash para reconocerse como Satoshi Nakamoto. La situación generó una enorme tensión en el ecosistema para el mes de abril, siendo categorizada por algunos como “persecución” luego que incluso se ofrecieran recompensas por la identificación de bitcoiners.

Litecoin fue una de las pocas altcoins que no se bifurcó este año, en cambio registró en el mes de agosto el segundo halving en toda su historia. La criptomoneda redujo su recompensa de 25 LTC a 12,5 LTC, impulsando su precio un 11% en cuestión de horas. No obstante, con el pasar de los meses y el impacto del halving en la rentabilidad de la minería, el hash rate de la red descendió un 60%.

Bonus: Libra

Aunque muchos consideran que Libra no es propiamente una criptomoneda, sin lugar a dudas ha sido uno de los proyectos relacionado al ecosistema que más impacto mediático generó este 2019. Facebook publicó a mediados de junio el libro blanco de su criptomoneda estable, para luego pocos meses después revelar que la misma estaría respaldada un 50% por el dólar estadounidense.

Libra es promocionada como una criptomoneda que permitirá a los usuarios de Facebook, y otras plataformas como WhatsApp e Instagram, acceder a un sistema financiero directamente desde Internet. De esta manera, los desarrolladores del criptoactivo aseguraron que se podrían hacer comprar en el mercado de Facebook con Libra o incluso en tiendas afiliadas a la red. La idea de Libra parece no haber calado ni en el entusiasta de criptomoneda ni en el usuario común. El criptoactivo recibió duras críticas no solo de la comunidad de criptomonedas, sino también entre reguladores, políticos y bancos mundiales.

No obstante, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, abrió un nuevo debate respecto a la importancia del desarrollo y adopción de criptomonedas a nivel mundial. El directivo considera que Libra es una innovación necesaria para mantener el liderazgo económico y político de Estados Unidos, ya que dicho país no tiene planes para generar su propia criptomoneda. El argumento de Zuckerberg ganó mayor peso luego que Xi Jinpin, presidente de China, señalara estar interesado en asumir el liderazgo en el sector blockchain. Asimismo, Libra también aceleró el proyecto de criptomoneda de la Unión Europea y puso nuevamente a las criptomonedas sobre el tapete. De esta manera, Facebook deja una conversación pendiente para este 2020 que podría definir el futuro de las criptomonedas estatales y los proyectos como Bitcoin.