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Rusia: de la duda a la apuesta definitiva por blockchain y los criptoactivos

Rusia ha tenido una travesía sumamente significativa desde una posición contra los criptoactivos y la tecnología blockchain hasta plantearse la necesidad de su adopción. Desde 2015 a 2017 ha habido un giro de 180° en donde autoridades, comunidad y especialistas han tenido una participación significativa.

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Es una de las principales economías del mundo, encabezada por uno de los personajes más pintorescos del panorama geopolítico global, y comienza a cobrar relevancia en el ecosistema de las criptomonedas y la tecnología de contabilidad distribuida.

Rusia tiene un peso importante en el sistema mundo actual, y los avances tecnológicos que emergen en medio del funcionamiento de esta gran máquina comienzan a ser objeto de atención y estudio por parte de las autoridades, aunque no sin dificultades previas.

Y es que si bien es un país relevante en el ámbito internacional, lo cierto es que las autoridades se habían mostrado dubitativas e incluso reticentes a que los criptoactivos y la tecnología blockchain cobraran relevancia en el funcionamiento de sus finanzas. Sin embargo, 2017 ha sido un año de franca apertura y las autoridades han repensado su estrategia y replanteado su posición. No es casual, pues las criptomonedas ganan usuarios y aceptación entre la gente común, e incluso entre los propios voceros y consejeros de la institucionalidad rusa.

El cambio ruso

Los criptoactivos no han tenido un camino sencillo en tierras rusas. En 2015 se hablaba de cárcel, en 2016 de endurecimiento de penas e ilegalidad, pero el trimestre final de ese año marcó una tendencia positiva sobre la tecnología blockchain y los criptoactivos.

En poco más de un año, los funcionarios han pasado de proponer que los criptoactivos deben ser prohibidos y sus usuarios encarcelados, a plantear propuestas de regulación. El Banco Central aseguraba que se trataba de un mercado “altamente especulativo”, e incluso se hablaba nuevamente de la necesidad de ilegalizar este método de pago.

Los primeros comentarios positivos sobre el tema se dieron apenas en octubre de 2016 cuando el viceministro de Finanzas de Rusia, Alexei Moiseev, señaló que el bitcoin no implica ningún riesgo significativo para el sistema financiero del país, dando los primeros visos de apertura en torno a la despenalización y la regulación de criptoactivos en tierras rusas.

Todo esto no plantea mucho peligro para el público, ya que no ha adquirido el carácter de masas que podría representar una amenaza para nuestro sistema financiero en ese momento. En el futuro, posiblemente podría surgir debido a que no está regulado.

Alexei Moiseev
Viceministro de Finanzas

A partir de allí, tanto los criptoactivos como la tecnología de contabilidad distribuida empezaron a ganar mayor relevancia.

Pruebas, alianzas y programas

Un primer proyecto de envergadura incluyó a otra poderosa nación en el panorama geopolítico. En el propio mes de octubre Rusia firmó un acuerdo para desarrollar aplicaciones blockchain para las bolsas de valores en China: la Shanghai Stock Exchange y la Shenzhen Stock Exchange. Los depósitos centrales de valores de Rusia National Settlement Depository (NSD) y China Securities Depository and Clearing Corporation Limited (CSDC) firmaron entonces un documento de entendimiento para establecer  “un intercambio de experiencia e información y desarrollen una cooperación en la esfera operacional, procesamiento y de acción corporativa”, y en cuyo “ámbito operacional” está contemplado el desarrollo de aplicaciones con esta tecnología.

Posteriormente el 28 de diciembre, el Banco Central de Rusia, entidad responsable de la protección del rublo ruso, anunció la creación de una asociación destinada a investigar las FinTech, llamada FinTech Association, formada por representantes del banco y de los principales mercados financieros del país. El objetivo de esta iniciativa es conocer de primera mano las potencialidades que tienen las nuevas tecnologías financieras en el mercado.

A partir de abril la tendencia de aceptación paulatina se convirtió en una de adopción, y las autoridades empezaron a mostrar apertura a reconocer las criptomonedas como activos financieros. Esta vez Moiseev anunció que equipos de trabajo de las instituciones apuntan en esa dirección.

Según dijo entonces, Moscú se encuentra preparando importantes regulaciones contra el lavado de dinero, y las criptomonedas serían incluidas en estas cláusulas legales, no en un sentido prohibitivo, sino de regulación de mercado. Rusia podría rastrear y supervisar todas las transacciones realizadas con criptomonedas en el ámbito financiero, pues el viceministro considera que el Estado debe conocer las partes involucradas en una transacción financiera. La legislación estaría lista en 2018, pero este anuncio fue un paso significativo.

En mayo el estatus de los criptoactivos volvió a cobrar relevancia y esta vez fue la vicegobernadora del Banco Central de ruso, Olga Skorobogatova, quien anunció que la entidad sugirió a los ministros de la nación clasificar las criptomonedas como un bien digital, lo que las sometería a nuevas regulaciones, impuestos, controles y registros de almacenamiento.

Hace dos meses tuvimos una reunión con ministerios y organizaciones (…) sobre cómo clasificar las criptomonedas no estatales, que de hecho se usan en Rusia. Proponemos tratarlos como bienes digitales, utilizar la legislación sobre bienes digitales, con ciertas modificaciones en los impuestos, control y mantenimiento de registros.

Alexei Moiseev
Viceministro de Finanzas

Esta sensibilización de las autoridades hacia los criptoactivos y la tecnología de contabilidad distribuida tuvo un punto cumbre durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo 2017, (SPIEF, por sus siglas en inglés), en donde el presidente Putin conoció a Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum, cuya criptomoneda, ether, en franco crecimiento, es la segunda del mercado, sólo superada por Bitcoin.

Burerin coincidió con Putin en el SPIEF y mientras que él lo calificó como una conversación “breve” al final de una reunión de directores de compañías; la prensa del Kremlin ofreció otros detalles. Según esta, Buterin describió las potencialidades de sus avances tecnológicos para el advenimiento del futuro ruso, recibiendo a cambio el posible apoyo de Putin.

Por otro lado, para afianzar la voluntad de apertura y adopción rusa, a principios de julio se anunció la creación de un Centro de Capacitación blockchain, (auspiciado por el Banco de Desarrollo y Asuntos Económicos Exteriores de Rusia), un proyecto en el que la institución cuenta con la alianza de los gigantes del ecosistema BitFury y Ethereum. El proyecto del Vnesheconombank iniciará actividades a partir de septiembre, y tiene como objetivo investigar las innovaciones de la tecnología blockchain, desarrollar aplicaciones que puedan ser adaptadas a las necesidades del Estado, así como ir bosquejando un esquema de gestión financiera basado en blockchain.

Putin, Buterin y otros nombres propios del ecosistema en Rusia

El fundador de Ethereum es sólo uno de los nombres propios del ecosistema blockchain ruso. También el mayor fabricante de hardware de minería de criptomonedas, Bitfury, es de origen ruso, y su fundador, Valery Vavilov, nació en la entonces soviética Letonia.

También existen figuras influyentes, cercanas a Putin, que podrían explicar este cambio ruso, pues son reconocidas por estar a favor de los criptoactivos. Hablamos del Jefe del Sberbank, German Gref, quien dirige la institución financiera estatal más grande de Rusia, y ha llamado públicamente a la legalización de bitcoin. Para mostrar la confiabilidad del instrumento, ha permitido que la cafetería de la sede del Sberbank en Moscú acepte bitcoin como método de pago. Otros, como el presidente de la Comisión de Derechos de los Emprendedores, Boris Titov, o el ex ministro de Hacienda, Alexei Kudrin, también se han pronunciado en contra de la prohibición de las criptomonedas.

Recientemente, el propio Titov dijo expresamente que espera que el gobierno adopte las criptomonedas como métodos de pago de manera similar a lo hecho por Japón, aupando a que la regulación planteada por el Banco Central para 2018 sea adelantada.

Además, representantes de las ciudades que hacen frontera con Finlandia o Estonia, en la región de Leningrado, exigieron que, para el mejoramiento de las actividades comerciales de la zona, el gobierno autorice la circulación legal de criptoactivos.

Un futuro de adopción

El caso ruso es sumamente interesante. De la negativa completa y la intención de ilegalizar la circulación de criptoactivos, el gobierno ha avanzado hacia una posición de adopción, e incluso voceros del banco central han planteado la posibilidad de desarrollar una criptomoneda propia.

Con la creación del Centro de Capacitación, los rusos se aseguran el desarrollo constante de casos de aplicación de la tecnología blockchain al sector público, mientras las criptomonedas, como métodos de pago, ganan cada vez mayor presencia y aceptación.

Permitida por Ulmart, mayor minorista del país, o para pagar una simple hamburguesa de Burger King, bitcoin se afianza en el mercado ruso, que puede ser actor importante en el mediano plazo, con un nivel de influencia en el ecosistema similar al de Japón o China.

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