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La consultora multinacional Ernst & Young (EY) ha demostrado interés por la tecnología de contabilidad distribuida y Bitcoin en numerosas ocasiones pasadas. Y tal parece que ese interés no ha disminuido en lo absoluto, pues hace poco anunció la creación de una nueva blockchain destinada a rastrear desde sus orígenes la cadena de suministro del vino, más específicamente, del vino italiano.
Conocida como la Blockchain Food Quality Protection (Protección de la Calidad de los Alimentos en Blockchain), es un sistema encargado básicamente de llegar, por los momentos, hasta el origen del vino —desde el cultivo de las uvas— y registrar cada transacción realizada entre los proveedores, permitiéndole al cliente final consultarlas en forma de un código QR grabado en la botella.
Para lograr esto, EY se asoció a la startup italiana de soluciones tecnológicas en el sector agrícola EzLab, que es la encargada de proveer sus dos plataformas: AgriOpenData, que utiliza Internet de las Cosas (IoT) y contratos inteligentes para la recolección de datos en el origen, incluyendo los métodos de cultivo; y AgriChain, la cadena de bloques basada en Ethereum donde se registra la información ya certificada junto a las transacciones que marcan el recorrido del vino, en este caso. De esta forma, el último comprador puede asegurar la calidad del vino y enterarse sobre todo su recorrido tan sólo escaneando el código QR con su teléfono inteligente.
La primera marca en asegurar a sus clientes su calidad mediante esta blockchain es el Bianco Falanghina de la bodega italiana Volpone, que está disponible para su compra también en línea a partir de hoy, 17 de abril.
Desde Volpone claman ser la primera viña del mundo en certificar su vino a través de este sistema, destacando que este un excelente método para asegurar a sus clientes la calidad de sus uvas y la procedencia del vino. Sin embargo, ya tenemos antecedentes al respecto: a finales del año pasado, la startup blockchain Everledger, que también provee soluciones de cadena de suministro sobre la blockchain, registró por primera vez una botella de Margaux 2001 para asegurar al cliente final su calidad y procedencia, ya que es bastante común falsificar los vinos.
Por entonces Leoni Runge, Jefe de Producto en Everledger, comentó al respecto:
Escuchamos diariamente de nuestros socios de la industria sobre la amenaza que representan las botellas fraudulentas para las ventas, la confianza y, lo que es más importante, la reputación. Blockchain nos permite asegurar la identidad de un activo de una manera que no hemos podido antes. Para la industria del vino fino esto significa la oportunidad de agregar una capa de transparencia a cada etapa del viaje de una botella a través de la cadena de suministro.
Leoni Runge
Jefe de Producto
Sin duda, esto es algo que también aplica para la nueva plataforma de EY, corporación que, por su parte, promete seguir innovando en el ecosistema blockchain.