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Estafadores vieron en Dogecoin un mercado ideal para atacar con nueva versión de un viejo esquema.
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Los organismos de seguridad emiten recomendaciones para protegerse de estas prácticas ilegales.
El esquema Pump and Dump, en español «infla y desecha» o la estafa que infló el precio de Dogecoin (DOGE), quedó en evidencia esta semana. Después de una racha alcista que elevó su valor hasta un 50% en pocas horas, el precio de la criptomoneda cayó estrepitosamente en estos días.
El pasado 8 de julio, Dogecoin subió de USD 0,0027 a 0,0051 dólares, registrando su valor más alto desde 2018. El repunte se produjo después que una serie de videos animaban a los usuarios de TikTok y Twitter a invertir 25 dólares en DOGE con la idea de impulsar su precio a 1 dólar. De lograrlo, todos sacarían cuantiosas ganancias, tal como señalaba la publicación.
Sin embargo, el precio de DOGE se ha venido desplomando desde el pasado jueves 9 de julio, llegando a perder más del 40% desde que alcanzó su valor más alto la semana pasada. Al momento de la redacción de este artículo la criptomoneda cotiza en 0,00327 por unidad, según CoinMarketcap.
Los volúmenes de comercio de Dogecoin también han demostrado que los usuarios perdieron interés en la criptomoneda. El lunes 6 de julio, antes de desatarse la locura en torno a DOGE, el volumen comercio diario era de unos USD 183 millones. Sin embargo, dos días después, los volúmenes habían subido hasta 1.200 millones de dólares, pero este martes 14 de julio el volumen de 24 horas era de unos USD 103 millones.
El informe de CoinMetrics de esta semana señala que mil millones de unidades de DOGE que durante dos años permanecieron inmóviles, fueron transferidas repentinamente. Esto sugiere que algunos titulares de largo plazo vendieron sus monedas en medio del frenesí.
Las direcciones activas de DOGE han estado aumentando en julio, pero todavía están por debajo de los máximos del 2020. El uso de la red no está aumentando tan rápido como la valoración, una señal potencial de una burbuja de precios.
Añade la firma de análisis de datos.
Lo ocurrido con DOGE es una muestra fehaciente que la estafa pump and dump, puede haber encontrado una fórmula para adaptarse a los nuevos tiempos, disfrazado como uno más de los tantos retos virales que desafían a los usuarios a realizar determinadas acciones.
Pump and Dump es una estafa que consiste en inflar el precio de un determinado activo a través de compras concertadas y técnicas de promoción entre pequeños grupos de inversionistas (pump).
Una vez que el valor del activo se encuentra en pleno ascenso, los estafadores venden todo lo que habían comprado previamente (dump), ofreciendo sus monedas precisamente a quienes luego terminarán perjudicados, lo cual les permitirá obtener ganancias importantes. Más tarde, la venta masiva del activo provocará que su precio se desplome.
¿Por qué una criptomoneda como Dogecoin?
En el mundo de las criptomonedas, un activo como Dogecoin que apenas cuesta unos cuantos centavos de dólar no impide que ciertas miradas se fijen en él para promover apuestas. Mucho menos si algunas mentes inescrupulosas prefieren usar su influencia para persuadir a otros con el objetivo de obtener beneficios propios.
De tal manera que con la idea de obtener beneficios financieros a como dé lugar, a algunos usuarios no les importará recomendar a su entorno para que inviertan en determinada criptomoneda.
En resumidas cuentas, se trata de comprar barato, manipular el precio al alza para luego vender, aunque ello signifique que varios usuarios, que cayeron en la trampa, se quedarán con las pérdidas, mientras sostienen en su poder una bolsa con monedas de poco valor.
Para obtener resultados ideales, la moneda debe tener un bajo volumen de comercio. Esto permite a los participantes en el esquema bloquear la liquidez de la moneda, y así, dictar su precio más fácilmente.
El bombeo de monedas no populares y de bajo volumen es «mucho más rentable que el bombeo de las monedas dominantes en el ecosistema», encontraron los investigadores que trabajaron en un informe publicado en la SSRN, un repositorio de investigaciones académicas
En todo caso, los estafadores publican mensajes diciendo que su moneda elegida “irá a la luna», para llamar la atención de las personas desprevenidas.
Estos usuarios incautos revisarán los gráficos y los informes de precios de la criptomoneda y se darán cuenta que, en efecto, el activo se está revalorizando, lo cual desencadenará el FOMO, o «miedo a perderse» algo.
Aquellos sin experiencia pueden no ser capaces de ver la estafa por lo que se decidirán a seguir las recomendaciones malintencionadas de los estafadores.
Si lo pintan demasiado bueno, no es bueno
La CFTC (Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas) que regula al sector de las criptomonedas en Estados Unidos, explicó en una publicación que los esquemas Pump and Dump tienen una larga historia y hacen uso de nuevas tecnologías. Cada vez que detectan un nuevo activo vulnerable a la manipulación de precios, reaparecen este tipo de estafas.
Sobre este tipo de esquemas, la CFTC publicó una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de estafas como el Pump and Dump. Estas recomendaciones señalan que la mejor protección para los clientes es comprar solo criptomonedas que hayan sido investigadas a fondo.
No compre monedas o tokens digitales por una simple propina, especialmente si se trata a través de las redes de difusión masiva. No creas en los anuncios o sitios web que prometen una riqueza rápida invirtiendo en ciertas monedas digitales. No participe en operaciones de Pump and Dump; la manipulación del mercado va en contra de la ley y muchos participantes terminan perdiendo dinero. No existe tal cosa como una inversión garantizada o una estrategia comercial. Si alguien le dice que no hay riesgo de perder dinero, no invierta.
¿Recuerdas la película “El lobo de Wall Street”? Ubícate en la escena en la que Jordan Belfort, el personaje interpretado por Leonardo Di Caprio, te mira directamente a través de la pantalla e intenta explicarte las actividades que estaba realizando en su compañía. Luego se detiene y dice: “Vale. Ya sé que no entiendes lo que estoy diciendo. No pasa nada, no importa. La verdadera cuestión es: ¿todo esto era legal? Por supuesto que no, pero ganábamos tanto dinero que no sabíamos qué hacer con él.
Pues bien, tanto la película de Leonardo Di Caprio, como el reciente caso de DoGE, demuestran cómo una estafa como el Pump and Dump es capaz de convertir lindos cachorros en feroces lobos de los que debes cuidarte.