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Lo que todos saben sobre la actual ley tributaria de los Estados Unidos es que los actos caritativos pueden ser traducidos como deducciones en los impuestos. Lo que es una sorpresa para muchos es que cada vez más contribuciones a causas caritativas son donaciones hechas en criptoactivos, pólizas de seguro de vida y acciones restringidas.
Fidelity Charitable, un fondo asesorado por donantes y el segundo mayor fondo de los Estados Unidos, informó que, sólo el año pasado, las personas regalaron 796 millones de dólares en activos no públicos a organizaciones benéficas. Una cifra récord desde todo punto de vista, sobre todo si tomamos en cuenta los 3.5 billones de dólares en total que fueron dados en caridad el año pasado según esta organización.
Un fondo asesorado por donantes permite a las personas hacer una deducción inmediata de impuestos sobre sus donaciones, invertir los activos libres de impuestos y otorgar el valor de los activos a organizaciones benéficas calificadas. Además de ceder todo lo que ponen en el fondo, conservan privilegios de asesoramiento sobre cómo se invierte su cuenta y sobre cómo se distribuye el dinero a las organizaciones benéficas de su elección.
Chad Hamilton, un planificador financiero certificado de Denver, dijo al respecto:
No sólo se llega a deducir el valor justo de mercado de la donación como una donación de caridad, sino que se puede evitar el pago de impuestos sobre la ganancia no convertida en efectivo de la propiedad donada.
Chad Hamilton
Planificador Financiero Certificado
Por ejemplo, quienes hagan donaciones de criptoactivos a causas benéficas, en lugar de venderlos, podrán tomar una deducción, por concepto de caridad, equivalente al valor justo del mercado del día que se hace la donación. Una alternativa para aquellos inversores caritativos que han visto cómo el valor de las criptomonedas se incrementó durante los últimos meses y quienes permanecen optimistas a pesar de las correcciones que estas han sufrido las últimas dos semanas.
También quienes donen por este método evitarán impuestos de ganancia de capital sobre el aumento de valor en el tiempo, que la persona tendría que pagar si vende los criptoactivos. Esto se convertiría en un beneficio si luego dona a la caridad el dinero efectivo de la venta.
Es preciso aclarar que sólo se puede deducir el valor justo de mercado si la persona guarda su criptoactivo durante más de un año antes de la donación. Si lo ha mantenido durante menos de un año, la deducción se limita a la base del costo. Es decir, lo que pagó por el valor inicial del criptoactivo, no por su valor actual.
Para obtener una deducción de este tipo es necesario hacer una declaración detallada de los bienes o del dinero que posee la persona que hace la donación. Según la Ley Tributaria de los Estados Unidos, se puede deducir hasta un 50% del ingreso bruto ajustado a contribuciones caritativas, aunque en algunos casos las deducciones pueden ser sólo del 30% o del 20%.
Lo cierto es que los múltiples requisitos que impone la Ley sobre este tipo de deducciones pueden llegar a ser abrumadores o, en el mejor de los casos, poco claros para quienes deseen realizar la donación. Un ejemplo de esta idea es si el donante reclama una deducción de más de 5,000 dólares por una donación sin dinero efectivo, depende de una evaluación calificada para corroborar el valor de la donación.
Juan Ros, un planificador financiero certificado y vicepresidente de planificación financiera de Lamia Financial Group, de California, dice: «El IRS tiene reglas muy específicas para lo que constituye una evaluación calificada». Recordemos que CriptoNoticias informó a comienzos de año sobre una posible decisión del senado de California, uno de los más duros en términos de regulación, de ilegalizar las donaciones de bitcoins.
A pesar de que en los Estados Unidos los fondos asesorados por donantes son una buena opción porque ese tipo de organizaciones tienen experiencia técnica para hacer evaluaciones calificadas, pueden no ser la mejor alternativa para todos los activos que quieran ser donados. Arlene Cogen, planificadora certificada de Portland, Oregon, sostiene que el peor error que cometen los clientes que quieren donar activos no monetarios es desconocer todas las implicaciones del regalo. Agrega:
Algunos tipos de activos no monetarios, como obras de arte, recibirán beneficios benéficos menos favorables cuando se donen a un fondo asesorado por donantes y se deben donar a una organización benéfica que utilice el activo para operaciones.
Chad Hamilton
Planificador Financiero Certificado
Esto quiere decir que si se va a donar una obra de arte, probablemente lo mejor sería donarla a un museo, que garantizará una mejor evaluación para las deducciones de impuestos.
Por último, es necesario recordar que las donaciones por sí mismas no son un medio para disminuir los impuestos, sino que en muchos casos es el medio de financiamiento de organizaciones sin fines de lucro que están enfocadas en hacer avances en causas como la salud, la protección del medio ambiente o la defensa de la paz y la justicia.